ienvenidos a “To be Continued”, la página de relatos cortos en la que escribe hasta mi abuela, que no sabe hacer la o con un canuto. Una página para escritores frustrados, y para frustrados que escriben, una página para que des rienda suelta a tu imaginación, para que demuestres que aquel cero que te pusieron en el colegio en aquella redacción fue porque el profe te tenía manía, para que te desahogues, para que pongas a parir a tu suegra de manera anónima, y para que expreses tus neuras, que sale más barato que ir al psicólogo.

      El principio es simple: todos los participantes empezarán cada relato con la misma frase, y a partir de ahí cada cual irá tomando su propio camino, según donde le lleve su imaginación, sus vivencias o su grado de psicopatía. Ya veréis lo curioso que resulta ver los derroteros del personal: a uno/a se le ocurrirá una historia de amor, a otro/a le dará por reflejar un mundo de tinieblas, otro/a preferirá darse a la bebida… ¡Y todo a partir de la misma frase! Para animarnos aún más a hacer obras de arte, habrá un sistema de puntuación, tipo Eurovisión. Al término de cada “plazo de entrega”, una vez recibidos todos los relatos, cada uno de los participantes puntuará los relatos de sus compañeros. Obviamente nadie podrá votarse a sí mismo/a, pillines. Además, habrá un grupo de “jueces externos”, auténticos profesionales totalmente insobornables, que también contribuirán a la puntuación. Así, cada semana se publicará una “clasificación”, según los puntos otorgados por los propios participantes y los jueces. Como los relatos son anónimos, nadie sabrá quién ha puntuado a quién, para que a nadie le dé por vengarse y alguno se despierte un día con una cabeza de caballo en su cama.

      Al final, el ganador recibirá un fabuloso premio, que consistirá en un cariñoso mensaje de felicitación por wasap de todo el grupo, ¡con sus emojis y todo! Lógicamente, si alguien se pierde una “entrega”, ello se verá reflejado en la clasificación, e igual pasa de una semana a otra de estar en puestos de Champions a estar luchando por el descenso. Cualquiera puede sumarse al club, aun con el “tren en marcha”, es decir, incluso si ya hay relatos publicados, con sus correspondientes puntuaciones. Obviamente los nuevos empezarían por abajo en la “clasificación”, pero siempre podrán ponerse al día si lo desean, mandando sus relatos de las frases anteriores ya publicados.

      De todas formas, no os desaniméis si os veis abajo en la tabla. ¿Qué sabrá esta gentuza de lo que es la buena literatura? ¡Seguro que el próximo lo bordáis! Además, lo de estar más arriba o más abajo no es lo más importante, es simplemente una forma de incentivo; lo que importa es participar y divertirse. También se podrán hacer comentarios a los relatos de los demás: “¡Qué buena idea!» «¡Qué original”, “¡Jamás se me hubiera ocurrido ir por ahí…!”, o “Es malísimo, esto no es lo tuyo”… Aunque estamos seguros de que primará la educación y las buenas intenciones :-).

      Eso es todo. Aquí están las reglas y… ¡A por la frase!

Regla n° 1: La frase

Cada jornada uno de los participantes propondrá una frase, y todos los demás continuarán su relato a partir de ella. ¡Ojo! La frase no debe estar metida ahí con calzador y luego enlazarse con el resto del texto de cualquier manera. El relato debe ser realmente una continuación de la frase. Se permite puntuar a la baja si se considera que el relatista ha escrito lo que le ha dado la gana pasándose la frase por el forro 🤨. Atención porque la elección de la frase es más importante de lo que pueda parecer. Se supone que el/la relatista que propone la frase “juega con ventaja”, porque ya tendrá pensado su relato, mientras que los demás deberán arreglárselas para ver cómo continuarla. Aprovechad vuestro turno de frase y tratad de ponérselo difícil a los demás. Luego ya si os pitan los oídos (cosa que ocurrirá) es cosa vuestra 😂.

 

Regla n° 2: Longitud

No hay un número mínimo de palabras, como si queréis poner “hola y adiós”, pero el número máximo es de 700 palabras, ni una más.

 

Regla n° 3: Fechas de entrega

La fecha de entrega de los relatos es cada dos semanas, o sea, el segundo domingo a partir del momento en que se lanza la frase. Una vez entregados todos los relatos, el Comité de Organización de To Be Continued enviará a relatistas y jueces una página con todos ellos, con unas estrellitas muy monas para puntuarlos, y un cuadrito donde podrán poner comentarios si así lo desean: “Me ha gustado, pero el final lo veo flojo”, “Es una maravilla, te doy un 10”, “Se me ha atragantado el desayuno”… Obviamente, el Comité no duda de su buena fe y de que votarán de manera sincera y respetuosa.
      En resumen, una semana es para escribir, y la otra es para leer y votar.
      El relatista que no entregue a tiempo su relato, cosa que ocurrirá más de una vez, quedará sin puntuación esa jornada, con el consiguiente riesgo de hundirse miserablemente en la clasificación general, y el escarnio y cachondeo de sus amigos y familiares 😁. Del mismo modo, la puntuación también es obligatoria. El relatista que no envíe sus puntos perderá los que haya recibido esa jornada. Esto es lógico, porque si te han dado todos puntos y tú no les das a ellos, es como si les dieras un 0, y eso no está nada bien 🤷‍.

 

Regla n° 5: La puntuación

Una vez recibidas las puntuaciones de todos los participantes y las de los jueces externos, se sumarán todas y se hará la media. Si uno recibe un 3, un 6 y un 8, su puntuación será un 5,6 (y se cagará en el que le ha puesto el 3, pero esa es otra historia 💩). Seguidamente, en función de la posición en la que hayan quedado esa jornada, se les otorgarán los puntos que aparecerán a la clasificación. Por ejemplo, si somos 10, y Fulanito/a ha sido el relato más votado de la jornada, se llevará 10 puntazos, el segundo se llevará 9… y el último 1 puntillo de mala muerte, junto con una soga para colgarse. Pero no pasa nada, porque eso le hará reaccionar y hacer una obra de arte en la siguiente frase, y vengarse vilmente de tanta rata cruel 🦾.
      De todas formas, el hecho de dar puntos y hacer una clasificación no tiene mayor importancia; es solo para darle vidilla. Lo que cuenta es divertirnos, expresarnos, desahogarnos y decirle sutilmente a nuestra suegra lo que nunca nos atrevimos a decirle en persona.